Allá por el 2007, Game Freak y Nintendo llevaban a territorios occidentales la cuarta generación de monstruos de bolsillo con las queridísimas entregas Pokémon edición Diamante y Pokémon edición Perla. No solo eran juegos carismáticos, sino que también fueron una ventana abierta al trasfondo y el génesis de su universo; con Arceus en el centro de todo. Los pocos afortunados que pudieron hacerse con él en su momento (el evento de distribución fue un caos en Occidente) obtuvieron una criatura tremendamente poderosa, pero limitada de una forma extraña.
Antes de continuar, debemos hacer una breve pausa para contextualizar el asunto. Verás, todas las especies de Pokémon tienen unas estadísticas base para los seis atributos principales: PS, ataque, defensa, ataque especial, defensa especial y velocidad. Las estadísticas finales que ves en la ficha de tu equipo son el resultado de adaptar esos 'stats base' a modificadores como el nivel, la naturaleza o los valores únicos (el 'roll' aleatorio) y entrenados de tu Pokémon.

Arceus tiene 120 puntos base en todos los atributos (720 BST en total). De manera individual, no son las cifras más locas que hemos visto en la franquicia; pero el conjunto es impresionante y extremadamente sólido. El Pokémon Alfa tiene un hueco bien merecido en la categoría Ubers de los combates comunitarios 1 vs. 1, y entre los restringidos del formato VGC oficial; pero como decía arriba, en la cuarta generación en concreto fue peor pese a tener las mismas estadísticas base.
El evento de distribución de Arceus
¿Cómo es posible que las mismas estadísticas base den lugar a una criatura con peores atributos finales? La clave estaba, como te digo, en la obtención de este Pokémon. Si nos lees desde España, tal vez recuerdes que allá por febrero del 2010, las tiendas GAME distribuyeron un Arceus —sin la micro-campaña de la Flauta Azur de por medio— de nivel 100. Fue la única manera de registrarlo en la Pokédex, lo que significa que no había método legal de hacerse con uno de nivel inferior. Y por ese motivo, sus estadísticas eran inferiores.
Cuando tus Pokémon suben de nivel, no solo suman puntos a sus atributos de manera "artificial" o predeterminada, sino que también se otorgan unos extras en función a los puntos de esfuerzo adquiridos durante el nivel anterior. Estos últimos se llaman así porque se los das tú (aunque sea inconscientemente) a medida que derrotas a otros Pokémon dependiendo de su especie, por ejemplo.

Puesto que el nivel 100 es el máximo al que aspira cualquier Pokémon, Arceus no podía recibir esos puntos de esfuerzo extra que se obtienen al subir de nivel. Sí era posible dárselos, en cambio, con ciertos objetos consumibles como Zinc o Carburante; pero estos últimos aceleradores estaban "capados" a cien puntos por cada atributo. Es decir, ninguna de sus estadísticas podía beneficiarse de más de cien puntos de esfuerzo extra. Y no había más Arceus aparte de ese.
En condiciones normales, los atributos de los Pokémon pueden mejorarse con hasta 255 puntos de esfuerzo (o 252, de forma realista) pero el Arceus de la era de DPPt estaba limitado a 100. Por ese motivo, no fue posible exprimir su verdadero potencial hasta más tarde, cuando reapareció a nivel más bajo. Lo más curioso del asunto es que, incluso con esta restricción, llegó a sembrar el terror en el juego competitivo porque era tan sólido que costaba mucho anticiparse a cada una de sus muchas variantes viables en el metajuego.
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