Hace un par de semanas, cuando os hablé de una de mis series de la infancia, ya os comenté al final cómo Fringe es una de las mejores historias sobre mundos paralelos que hemos tenido el placer de poder disfrutar en televisión. Ahora, nos despertamos con la estupenda noticia de que el programa puede verse en Max.
Y creedme, vale la pena darle una oportunidad. Creada por J.J. Abrams, justo después del controvertido cierre de Perdidos (Lost), junto a Alex Kurtzman (Expediente X para llevarlos en una nueva dirección que nos tuvo, especialmente en la tercera temporada, con el corazón en un puño con una historia de choque entre realidades alternativas.
Al igual que Expediente X, Fringe narraba la historias de un grupo de investigadores de fenómenos inexplicables y sobrenaturales a sueldo del FBI. Aquí no teníamos a Mulder y Scully, sino a Olivia Dunham (interpretada por Anna Torv, a quien vimos en The Last of Us para HBO) haciendo de "niñera" del brillante pero impredecible Walter Bishop (John Noble), quien se pasó casi dos décadas encerrado en una institución mental, y su hijo, Peter Bishop (Joshua Jackson). Redondeaba el reparto el jefe de todo esto, Phillip Broyels (Lance Reddick).
Empezó como Expediente X, pero tiene poco que ver
Fringe empezó siendo una serie procedimental, en el que nuestros protagonistas iban de un punto para allá tratando de descubrir qué demonios había oculto detrás de sucesos inexplicables que implicaban enfermedades mortales, casos de control mental, muertos que regresan a la vida desvelando secretos militares, etc. Lo normal en el día a día de un agente del FBI, vaya. Sin embargo, pronto nos fuimos dando cuenta que los guionistas querían contar algo más, habiendo un hilo narrativo central que conducía a otro mundo muy distinto al nuestro.

Y esto implicaba conocer a las contrapartes malvadas, o no tan malvadas, de los personajes centrales de Fringe, incluyendo un gran misterio que afectaba a uno de ellos y de los que no diremos nada más. Esa tierra, además, había tenido un avance muy distinto a la nuestra, presentando grandes rasgos de identidad propia que le hizo merecedor de algunas de los mejores capítulos del show.
El resultado fue una historia de mundo paralelos, viajes en el tiempo y otros elementos de ciencia ficción hardcore que no gozó de tanta popularidad como Perdidos (de hecho solo la primera temporada triunfó realmente en audiencia), pero que tiene el suficiente alma y el suficiente atractivo como para ser una de las mejores series del género de toda la historia que podemos encontrar hoy en plataformas. Son un centenar de episodios, por lo que la diversión la tienes asegurada durante varios meses en televisión (si no te la ves en maratón).
Ver 4 comentarios