Puede parecer que el streaming sea algo relativamente reciente, pero nada más lejos de la realidad. Desde los tiempos de Justin TV, pretéritos a Twitch, las personas que retransmitían sus partidas a videojuegos o simplemente su contenido, ya estaban por aquí. Y desde entonces, de la mano del vídeo editado y publicado en YouTube, se han ido generando gran parte de los personajes que ahora reciben el apelativo de streamers.
Eso sí, la pandemia de hace ya 5 años fue un cambio de paradigma y eso es conocido por todos. El boom en popularidad de un entretenimiento más cercano que el tradicional de la televisión, provocó un crecimiento desmedido de las audiencias en plataformas como la propia Twitch y el encumbramiento de rostros como Ibai, Grefg o Auronplay.
La historia es conocida: grandes patrocinios, rutilantes eventos digitales con todos ellos presentes y piques por conseguir la mayor audiencia posible... Hasta hoy. No es ningún secreto que Twitch, como núcleo aglutinador de la cultura streamer, ha ido debilitándose y que, cómo ha sucedido con la industria del videojuego, el mundo de los directos no ha podido aguantar las expectativas de crecimiento infinito que los gurús auguraban tras la pandemia.
Twitch en plena caída
Es por ello que es totalmente lícito plantearse si la burbuja del streaming está cerca de pincharse, o incluso si acaso llevamos un tiempo inmersos en una pérdida progresiva de aire por su parte. Esto no quiere decir que los streamers más potentes no sigan siendo relevantes a marcas o público general, pero sí que hayamos alcanzado una cierta saturación en el mercado y un tope teórico de interés.

El primer factor es uno que salta a la vista y que está más que documentado como es la caída de Twitch. Estos últimos meses han visto como ha proliferado Kick, una plataforma de streaming creada por fondos relacionados con juegos de azar, pero también hemos visto como la propia Amazon, dueña de Twitch, confirmaba que seguían sin ser rentables.
Los 1000 millones que depositaron los de Bezos hace diez años no han sido recuperados, ni siquiera con la sangría de subidas de precio de las suscripciones, bajadas del Prime o el empuje a los anuncios por parte de los dirigentes de la plataforma. Incluso ElRubius, que además ha tenido charlas con Dan Clancy (responsable actual de Twitch) en su casa, ha sido pesimista sobre la situación.
Menos directos de streamers potentes
Aunque los ciudadanos de a pie no tengamos los números en las manos, sí que podemos ver las repercusiones. No es casualidad que 2025 vaya a ser el año con menos directos de muchos grandes rostros hispanos del streaming. El caso más sonado es el de Ibai, que lleva semanas avisando de que bajará bastante el ritmo de directos en este nuevo año.

El caso de Ibai es importante, no sólo por ser el claro rostro del mundo del streaming en España, sino porque suele ser alguien que aglutina a comunidad y creadores. En sus otrora numerosos eventos tenía a muchos otros creadores a su lado, así como otorgaba un extra de visibilidad a los impulsados por otros streamers en los que estaba presente.
Y es que las colaboraciones fueron muy relevantes con una caída de interés y oferta el pasado año. Desde la pandemia hasta 2023 se vivió el boom de los eventos de streamers, con series en Minecraft, Rust, Pokémon o incluso los buenos momentos de GTA Online Roleplay. Ahora ese tipo de hitos no atraen a la misma cantidad de público con sus secuelas, ni son tan numerosos.

Pero no es el único. Illojuan estuvo fuera de las cámaras por asuntos personales buena parte de 2024 y no ha recuperado el ritmo de hace un par de años. Este hecho le hizo pensar que viaje a Japón con Plex.
Y a esto hay que sumar la notoria diversificación de muchos de ellos. Los canales de YouTube de gran parte de la comunidad han pasado, de forma secuencial desde hace unos años, de ser repositorios de los directos, pasando por ediciones de los mejores momentos de los mismos... A finalmente albergar contenido extra que tiene más que ver con IRL que con los videojuegos.
El camino a seguir por muchos de ellos parece claro: de ser streamer a ser influencer. Muchos de ellos están presentes en redes sociales como TikTok o Instagram, donde las campañas publicitarias sustituyen a las jornadas maratonianas de streaming mucho menos rentables. Los directos cada vez más serán una forma de mantenerse relevante y tener una ventana cercana con la comunidad que acabe por dar cimentar un entorno 360 con oportunidades más lucrativas.
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